El causante fue un comentario mientras jugaban a la consola
«Ojalá fuera verdad». De esta manera resumía Ataulfo la decepción de su hijo al creer descubrir que el primero se «follaba» todos los días a su progenitora. Y todo sucedió durante una partida a los videojuegos mientras este arremetía contra uno de los antagonistas del pasatiempo virtual.
«Lo más triste de todo es que llevamos más de tres meses a palo seco», explica. Y es que, además, este lugareño de Villa Chiquita del Medio esgrime que la victoria en la plataforma se debió «a lo curtido y en forma» que tiene el brazo «por la actividad onanística».
En concreto, estaban divirtiéndose con un juego de boxeo. «Es bastante realista y los piques que me agarro suelen ser tremendos». Además, añade que estima que «es una buena forma de enseñarle la competitividad y lo que es la meritocracia» a su vástago.
«Lo que no podía imaginar es que en medio de toda la efusividad soltase aquello», añade. «Para nada iba en contra del chaval», matiza. «Fue un arrebato debido a estar sumergido por completo en el papel que había adquirido con tal de que interiorice las dificultades de la vida».
«El crío se llevó una decepción, pero entendió lo que había pasado cuando se lo expliqué». Es por ello que Ataulfo ha decidido bajar el nivel de sus enseñanzas. «Creo que ya se ha olvidado del asunto, pero le he explicado por activa y pasiva que es algo que no deberá de hacer».